En Julio el/los espectáculo/s destacado/s son:
* Yerma, el golpe de la creencia
* Quiero pasar una tarde con Franco
* La mujer quieta (el fantasma de una sonrisa)
Algunas críticas pueden estar modificadas por un tema de espacio. Para conocer la crítica completa, visitá el link que hay debajo de cada obra.
YERMA, EL GOLPE DE LA CREENCIA
En esta oportunidad fuimos a Teatro Del Sur, Venezuela 2255, a ver "Yerma, el golpe de la creencia" basada en texto de Federico García Lorca.
Yerma (Eva Matarazzo) es una mujer que anhela fervientemente tener un hijo y responder así a ese instinto materno que late en ella. Su esposo (Nicolás Castillo) no acompaña ese deseo y Yerma sufre de ausencias. La ausencia del esposo que no la contiene y la ausencia del hijo que no llega.
Yerma recorre ese camino de dolor encontrando a su paso a la cuñada (Héctor Laudani), la lavandera (Atilio Schweizer), la mujer pagana, interpretada impecablemente por Alicia Mezza, María (Delfina Robles).
La puesta es visualmente hermosa, llena de claroscuros. Es un espectáculo de música, poesía y danza (....)
La puesta está llena de simbolismos pudiendo sintetizar la obra de Lorca, sin alejarse de su esencia, en una representación minimalista impecable a la vista, muy biena actuada y muy cuidada en todos los aspectos.
(...) La dirección y puesta en escena de Viviana Foschi es impecable; distingue su estilo al abordar una pieza compleja que bajo su dirección resulta de una belleza notable.
Calificación:
Link: http://teatrosargentinoscritica.blogspot.com/2010/07/yerma-el-golpe-de-la-creencia-en-teatro.html
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Yerma (Eva Matarazzo) es una mujer que anhela fervientemente tener un hijo y responder así a ese instinto materno que late en ella. Su esposo (Nicolás Castillo) no acompaña ese deseo y Yerma sufre de ausencias. La ausencia del esposo que no la contiene y la ausencia del hijo que no llega.
Yerma recorre ese camino de dolor encontrando a su paso a la cuñada (Héctor Laudani), la lavandera (Atilio Schweizer), la mujer pagana, interpretada impecablemente por Alicia Mezza, María (Delfina Robles).
La puesta es visualmente hermosa, llena de claroscuros. Es un espectáculo de música, poesía y danza (....)
La puesta está llena de simbolismos pudiendo sintetizar la obra de Lorca, sin alejarse de su esencia, en una representación minimalista impecable a la vista, muy biena actuada y muy cuidada en todos los aspectos.
(...) La dirección y puesta en escena de Viviana Foschi es impecable; distingue su estilo al abordar una pieza compleja que bajo su dirección resulta de una belleza notable.
Calificación:
Link: http://teatrosargentinoscritica.blogspot.com/2010/07/yerma-el-golpe-de-la-creencia-en-teatro.html
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QUIERO PASAR UNA TARDE CON FRANCO
Nuevamente en La Tertulia, en Gallo 826, un espacio de arte agradable donde las obras comienzan puntualmente y con buena concurrencia de público, nos tocó ver "Quiero pasar una tarde con Franco", escrita y dirigida por Martín Marcou.
La historia transcurre en la casa de una familia y comienza con Valentino (Marco Gianoli) merendando en su casa con Franco (Hernán Lettini). La charla entre ambos resulta cómplice y tierna hasta la irrupción de Marcela, la madre de Valentino, (...) (Puchi Labaronnie).
Marcela, ácida, simpática, severa, cansada y exigente, todo al mismo tiempo y en la misma medida, cuenta las desventuras de su jornada laboral hasta que arriban a la casa, su hija Fabiola, en un personaje desopilante y muy destacado de Rosario Sabarrena acompañada por Gastón, el sobrino de Marcela, interpretado por Pedro Aggollia, quien logra destacarse componiendo a este peluquero amoroso, tierno, ácido, pícaro y terrible al cual le saca lustre.
Más tarde se levantará de la cama, "El Beto", en la piel de Eugenio Davide quien nos presenta a este hijo a quien Marcela parece idolatrar y perdonarle todo y que es, en sí mismo, la encarnación de una pequeña "bestia".
El autor nos presenta a esta familia sin tapujos, con su cotidianeidad, sus miserias, sus alegrías y su ternura; pero "Quiero pasar una tarde con Franco" es también la historia de dos personas que se aman y ese amor es puro, inocente y verdadero; un amor posible.
Marco Gianoli nos muestra a su Valentino, un ser honesto, sincero, tierno, algo tímido y real. Hernán Lettini deleita con este Franco que es buena persona, jugado y tierno. Ambos encantan con las canciones que interpretan.
(...) El conjunto actoral es muy bueno, todos tienen su singularidad y su lucimiento personal y esto es, sin duda, un acierto del director.
(...) "Quiero pasar una tarde con Franco" es una comedia dinámica, divertida, con muy buen texto y muy bien dirigida por Martín Marcou.
Verla es divertirse, pensar y emocionarse, condimentos todos que la hacen absolutamente recomendable.
Calificación:
Link: http://teatrosargentinoscritica.blogspot.com/2010/08/quiero-pasar-una-tarde-con-franco-en.html
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Nuevamente en La Tertulia, en Gallo 826, un espacio de arte agradable donde las obras comienzan puntualmente y con buena concurrencia de público, nos tocó ver "Quiero pasar una tarde con Franco", escrita y dirigida por Martín Marcou.
La historia transcurre en la casa de una familia y comienza con Valentino (Marco Gianoli) merendando en su casa con Franco (Hernán Lettini). La charla entre ambos resulta cómplice y tierna hasta la irrupción de Marcela, la madre de Valentino, (...) (Puchi Labaronnie).
Marcela, ácida, simpática, severa, cansada y exigente, todo al mismo tiempo y en la misma medida, cuenta las desventuras de su jornada laboral hasta que arriban a la casa, su hija Fabiola, en un personaje desopilante y muy destacado de Rosario Sabarrena acompañada por Gastón, el sobrino de Marcela, interpretado por Pedro Aggollia, quien logra destacarse componiendo a este peluquero amoroso, tierno, ácido, pícaro y terrible al cual le saca lustre.
Más tarde se levantará de la cama, "El Beto", en la piel de Eugenio Davide quien nos presenta a este hijo a quien Marcela parece idolatrar y perdonarle todo y que es, en sí mismo, la encarnación de una pequeña "bestia".
El autor nos presenta a esta familia sin tapujos, con su cotidianeidad, sus miserias, sus alegrías y su ternura; pero "Quiero pasar una tarde con Franco" es también la historia de dos personas que se aman y ese amor es puro, inocente y verdadero; un amor posible.
Marco Gianoli nos muestra a su Valentino, un ser honesto, sincero, tierno, algo tímido y real. Hernán Lettini deleita con este Franco que es buena persona, jugado y tierno. Ambos encantan con las canciones que interpretan.
(...) El conjunto actoral es muy bueno, todos tienen su singularidad y su lucimiento personal y esto es, sin duda, un acierto del director.
(...) "Quiero pasar una tarde con Franco" es una comedia dinámica, divertida, con muy buen texto y muy bien dirigida por Martín Marcou.
Verla es divertirse, pensar y emocionarse, condimentos todos que la hacen absolutamente recomendable.
Calificación:
Link: http://teatrosargentinoscritica.blogspot.com/2010/08/quiero-pasar-una-tarde-con-franco-en.html
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LA MUJER QUIETA
En Teatro Andamio 90, Paraná 660, nos tocó ver esta vez, "La mujer quieta" con libro y dirección de Miguel Ángel Santín.
La obra relata el encuentro entre Leonardo Da Vinci y Lisa Gherardini (Madona Lisa), en un período en el que Leonardo pintaba el retrato de la mal llamada Gioconda porque su esposo llevaba el apellido Giocondo (Santín dixit).
Tal como lo cita el autor, esta no es una obra histórica, es la historia de una relación entre dos seres: el artista y su musa y el vínculo que los unió durante tres años.
Al ingresar a la sala, el espectador logra, sin esfuerzo, viajar hacia el Renacimiento y comenzar a desentrañar la profunda relación que unió a estos dos seres especiales. La musa y el genio, la mujer y el hombre, perdido, débil, mostrando su soberbia, su grandeza, su humanidad en toda su magnitud.
Miguel Ángel Santín interpreta a Leonardo de una manera única, maravillosa. Conmueve, emociona, parece que Leonardo se ha metido en su piel y camina su sangre con pasión. Los cambios que el actor hace cuando la historia salta del pasado al futuro y debe mostrarnos a un Leonardo anciano, son impecables. Un solo gesto en la cara y su mano y Leonardo se transforma en ese anciano enfermo que solo espera la muerte. De pronto, un salto y Leonardo cobra vida, recupera su juventud y su genio.
Flavia Calascibetta interpreta a Madona Lisa y nos muestra a esa mujer por momentos vulnerable, de una gran sensibilidad, que admira profundamente a Leonardo y viaja solo para verlo y acompañarlo en el fín de sus días.
Ese encuentro en el que Leonardo exhibe el retrato de Lisa que pintó durante 3 años y que nunca antes le había entregado, estará cargado de emoción, expectativa, de recuerdos de ese tiempo que los unió y de la intensa admiración que ambos se profesan.
La dirección de Miguel Ángel Santín es muy lograda pero habría que decir que el director parece haber puesto su alma en esta pieza y ha cuidado minuciosamente cada detalle para lograr el óptimo resultado que ha obtenido.
(...) Todo esto sumado al profundo trabajo de investigación que Santín llevó a cabo durante dos años, convierten a esta obra en una pieza bellísima.
Calificación:
Link: http://teatrosargentinoscritica.blogspot.com/2010/08/la-mujer-quieta-en-andamio-90.html
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En Teatro Andamio 90, Paraná 660, nos tocó ver esta vez, "La mujer quieta" con libro y dirección de Miguel Ángel Santín.
La obra relata el encuentro entre Leonardo Da Vinci y Lisa Gherardini (Madona Lisa), en un período en el que Leonardo pintaba el retrato de la mal llamada Gioconda porque su esposo llevaba el apellido Giocondo (Santín dixit).
Tal como lo cita el autor, esta no es una obra histórica, es la historia de una relación entre dos seres: el artista y su musa y el vínculo que los unió durante tres años.
Al ingresar a la sala, el espectador logra, sin esfuerzo, viajar hacia el Renacimiento y comenzar a desentrañar la profunda relación que unió a estos dos seres especiales. La musa y el genio, la mujer y el hombre, perdido, débil, mostrando su soberbia, su grandeza, su humanidad en toda su magnitud.
Miguel Ángel Santín interpreta a Leonardo de una manera única, maravillosa. Conmueve, emociona, parece que Leonardo se ha metido en su piel y camina su sangre con pasión. Los cambios que el actor hace cuando la historia salta del pasado al futuro y debe mostrarnos a un Leonardo anciano, son impecables. Un solo gesto en la cara y su mano y Leonardo se transforma en ese anciano enfermo que solo espera la muerte. De pronto, un salto y Leonardo cobra vida, recupera su juventud y su genio.
Flavia Calascibetta interpreta a Madona Lisa y nos muestra a esa mujer por momentos vulnerable, de una gran sensibilidad, que admira profundamente a Leonardo y viaja solo para verlo y acompañarlo en el fín de sus días.
Ese encuentro en el que Leonardo exhibe el retrato de Lisa que pintó durante 3 años y que nunca antes le había entregado, estará cargado de emoción, expectativa, de recuerdos de ese tiempo que los unió y de la intensa admiración que ambos se profesan.
La dirección de Miguel Ángel Santín es muy lograda pero habría que decir que el director parece haber puesto su alma en esta pieza y ha cuidado minuciosamente cada detalle para lograr el óptimo resultado que ha obtenido.
(...) Todo esto sumado al profundo trabajo de investigación que Santín llevó a cabo durante dos años, convierten a esta obra en una pieza bellísima.
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Si querés que vayamos a hacer la 'crítica' de tu espectáculo, envíanos la gacetilla (con fotos) de tu obra a: teatrosargentinos@hotmail.com
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Si querés recibir las críticas de tu mail y estar informado con lo último de la cartelera teatral, mandanos un mail, poniendo en el asunto "Alta Teatros Argentinos" a: teatrosargentinos2@hotmail.com
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